Cómo los populares peces dorados terminan convirtiéndose en monstruos
¿Qué harías si tienes un pez dorado -esos que abundan en las peceras en los hogares- y te quieres deshacer de él?
¿Lo despides en el baño? ¿Lo llevas a un estanque, río o pantano cercano? Si eso es lo que estás pensando, ¡detente! y lee esta nota primero, ya que podrías crear un monstruo.
En los últimos años, estos simpáticos animales conocidos como Carassius auratus se han convertido en un verdadero problema para las especies locales de pantanos, lagos y ríos de todas partes del mundo.
Y es que en un medio silvestre pueden llegar a alcanzar el tamaño de una pelota de fútbol y pesar hasta 1,9 kg.
Si el tamaño no fuera suficiente, el problema con estas especies invasivas es que son una amenaza para los ecosistemas locales.