DISCURSO DANILO MEDINA EN ALMUERZO FINJUS
23 noviembre 2015
Sr.
Rafael A. Del Toro Gómez,
Presidente Fundación Institucionalidad y Justicia;
Sr.
Servio Tulio Castaños,
Vicepresidente
Ejecutivo de la Fundación
Institucionalidad y Justicia;
Señores
Directivos de la Fundación Institucionalidad y Justicia;
Señores
Ministros;
Señores
Funcionarios del Gobierno;
Señores
Legisladores;
Señores
Invitados Especiales;
Señores
de la prensa;
Señoras y
señores,
Es un
honor ser parte de este 25 aniversario de la Fundación Institucionalidad y
Justicia, FINJUS.
Quiero
aprovechar esta oportunidad para agradecer a FINJUS su acompañamiento, a veces
crítico, pero siempre relevante, en este gran proceso de transformación que
está viviendo la República Dominicana.
Y quiero
también aprovechar la ocasión para explicar la naturaleza y el sentido de estos
cambios.
Lo cierto
es que nuestro gobierno tuvo, desde el primer día, una visión clara.
Comprendimos,
escuchando al pueblo dominicano en todos los puntos del país, que era
necesario, en primer lugar, reducir drásticamente la pobreza y la desigualdad.
Entendimos
que, para terminar con los males endémicos de nuestra sociedad, debíamos
comenzar por garantizar oportunidades a todos y todas por igual.
Y nuestra
prioridad ha sido esa desde el primer día: Construir una sociedad más justa,
más solidaria y menos desigual.
Cada una
de nuestras iniciativas tiene como horizonte último garantizar que nadie se
quede atrás en el desarrollo de nuestro país y en cada una de nuestras acciones
nos guía la voluntad de cumplir, siempre con la palabra dada.
Comenzamos
por cumplir, por supuesto, con el 4% del PIB para la educación y con la puesta
en marcha de la revolución educativa.
Muchos
pensaban que sería imposible, pero antes de que finalice el año tendremos ya un
millón de estudiantes en la tanda extendida.
También
pensaban que superar el analfabetismo sería imposible, y ya superamos la meta
de inscritos en el plan Quisqueya aprende contigo.
Y lo
hicimos porque para nosotros, como les dije siempre, la educación es el otro
nombre de la libertad. Queremos una nueva generación de hombres y mujeres
completamente libres, mejores formados y capaces de competir en el mercado
global.
De la
misma forma, apostamos fuerte por la reducción de la pobreza, y ya hemos
conseguido que 778,000 personas hayan podido
superarla.
Dijimos
siempre que nuestra prioridad sería crear empleo y generar ingresos para que
los dominicanos y dominicanas tuvieran una vida digna en todos los lugares del
país. Y me llena de satisfacción decirles que vamos a superar nuestra meta de
crear 400,000 puestos de trabajo. En los primeros 38 meses de gestión se han
creado 390,000 empleos.
Apoyamos
a nuestros productores y emprendedores desde el primer día, no solo con las
visitas sorpresa, sino con políticas integrales que están haciendo del crédito
un derecho.Y con él, han permitido el surgimiento de una nueva generación de
empresarios en nuestro país.
Cumplimos
también la promesa de eliminar las cuotas de recuperación en los hospitales
públicos del país.Hemos cumplido también con la incorporación al SENASA de
800,000 nuevos afiliados, porque estamos convencidos de que la salud es un
derecho de todos y todas. Además, estamos construyendo o renovando 56
hospitales, para garantizar una atención de salud digna.Ya superamos nuestra meta
de tener una farmacia del pueblo en cada uno de los municipios del país.
De la
misma forma, hicimos realidad proyectos que parecían inalcanzables, como el
911, que muy pronto llegará a la zona norte del país con el único objetivo de
dar la mejor atención a los ciudadanos en situaciones de emergencia.
Y estamos
cumpliendo, para miles de familias, el sueño de tener un hogar digno.
Tanto si
se trata de familias que estaban en situación de vulnerabilidad, como los
habitantes de Boca de Cachón o de la Barquita, o del Riíto en La Vega, o la
Mesopotamia en San Juan de la Maguana.Como si se trata de familias
trabajadoras, que ahora pueden comprar su casa en proyectos de primer nivel,
como Ciudad Juan Bosch.
Todas
estas y otras muchas acciones que hemos llevado a cabo están sentando las bases
del nuevo Estado de bienestar dominicano.Y, con él, la construcción de una
ciudadanía activa, participativa, con derechos reales y, repito, verdaderamente
libre.
¿Y
quiénes formarán la espina dorsal de esa nueva ciudadanía?
La
formarán los cientos de miles de dominicanos que hoy están saliendo de la
pobreza.
La
formarán los cientos de miles de niños y jóvenes que están recibiendo el doble
de horas de docencia.
La
formarán las familias que nunca más tendrán que mendigar una ayuda para un
medicamento cuando uno de los suyos esté enfermo.
La formarán
personas que tiene un empleo productivo y que para mantenerlo dependen
únicamente de su propio trabajo.
Es ahí
donde empieza una nueva República Dominicana.
Esa es la
visión que nos inspira y alienta en el trabajo diario.
Amigas y
amigos,
Como ven,
este Gobierno tiene muy claro a dónde queremos llegar.
Y, lo más
importante, tenemos igual de claro cómo vamos a llegar hasta ahí.
Sabemos,
desde el primer día, que debemos hacerlo de la mano con todo el pueblo
dominicano. Juntos, trabajando codo a codo y sin dejar a nadie atrás.
Porque
solo forjando una gran alianza, basada en la confianza mutua y en la palabra
cumplida, lograremos enfrentar con éxito los grandes retos del país.
Solo
mediante los grandes acuerdos seremos capaces de construir los grandes cambios
que necesitamos y las soluciones duraderas que merece nuestro país.
Así fue
con la firma del Pacto Educativo, así está avanzando el Pacto Eléctrico.Así
creamos el primer fideicomiso para la construcción de viviendas populares.Así
diseñamos también el Plan de Turismo Sostenible de Pedernales y un sin número
más de proyectos locales de desarrollo.
En todas
y cada una de estas iniciativas salimos a buscar aliados. Y los hemos
encontrado.
Porque
sabemos que, aunque las capacidades del Estado son fundamentales para
desarrollar este país, nunca van a ser suficientes.
La
educación, los derechos humanos o incluso un tema aparentemente más técnico
como el problema eléctrico, son retos en los que las responsabilidades nos
alcanzan a todos.
Y donde
necesitamos, por tanto, de las ideas de todos y del esfuerzo de todos para
alcanzar las soluciones que precisa nuestro país.
Amigos y
amigas,
Hablamos
de grandes consensos y pienso que, si hay un tema que necesita de un amplio
consenso social y de la firme voluntad de todos es, sin duda, la lucha por la
transparencia.Y sé que éste es un tema que FINJUS entiende muy bien.
Porque,
necesitamos, efectivamente, un gran acuerdo entre todos los sectores del país. Como
necesitamos, igualmente, hacer una reflexión conjunta y responsable de nuestra
sociedad.
Lo cierto
es que, por diferentes causas, arrastramos desde hace siglos una cultura de la
informalidad y la ilegalidad, en la que a menudo vivimos inmersos sin siquiera
darnos cuenta.
Una
cultura que condena al otro pero que calla cuando recibe su propio beneficio. Y
que se ha visto incentivada con el culto, cada vez más exacerbado, del
individualismo y el materialismo.
El bien
común y los valores éticos, que antes se aprendían en la familia y en la
comunidad, palidecen ahora ante la voracidad de una sociedad que busca siempre
la recompensa inmediata con el mínimo esfuerzo.
Es la
misma cultura que se manifiesta en el soborno que estamos dispuestos a pagar
para evitar una multa.
O en el
trato de favor que buscamos con un conocido, en vez de seguir el camino
establecido para hacer un trámite.
Y este no
es un fenómeno que existe solo en nuestro país. Claro que no. Es lo mismo que
hace posible las tramas internacionales de evasión de impuestos, como las que
la OCDE se ha propuesto erradicar el mes pasado.
Es, en
definitiva, el caldo de cultivo del delito con el que tenemos que acabar. Y el
primer paso es reconocer que será una lucha larga.Y que debe ser una lucha de
todos.
No es
cierto que un gobierno solo puede ponerle cerco a una plaga que permea todos
los estratos de nuestra sociedad.
Necesitamos
del acompañamiento responsable de la ciudadanía. Del compromiso de todos los
poderes y los tomadores de decisiones.Necesitamos de políticas inteligentes, de
esperanza. Pero sobre todo, del convencimiento y la voluntad unánime de todo
nuestro pueblo.
Señoras y
señores,
Ustedes
saben que paso mucho tiempo cerca de la gente, me gusta escuchar sus puntos de
vista y, además, estoy convencido de que ustedes, el pueblo, deben ser la
verdadera brújula del gobierno.
Comprendo
y comparto su rechazo a las viejas prácticas abusivas. Comparto su indignación
y su desesperanza algunas veces. Pero no puedo compartir la opinión de aquellos
que quieren meter a todos en el mismo saco y que se niegan a ver los esfuerzos
que están en marcha.
En todos
los sectores hay manzanas podridas, esa es la verdad. Sin embargo, eso no debe
llevarnos a tirar una cesta completa, sin salvar aquellas que están frescas.
Como
presidente, no estoy dispuesto a aceptar esa generalización. Debemos dar la
batalla desde el rigor, la verdad y la justicia. Y no desde la caza de brujas o
el oportunismo político.
No les
quepa duda, este Gobierno, se ha propuesto impulsar el cambio de mentalidad que
el país venía pidiendo desde hace décadas.
Un cambio
que se resume en pasar del imperio de la excepción al imperio de la ley. Del
estado de privilegio al estado de derecho.
Tenemos
la firme voluntad de trabajar con responsabilidad, ética y transparencia. Y
tenemos un mandato muy claro desde que el pueblo me eligió Presidente en el
2012: Velar porque hasta el último centavo del presupuesto público se gaste en
servir a los dominicanos y dominicanas.
Desde
entonces, estamos cerrando los espacios a las malas prácticas, tanto en el
presente como en el futuro. Estamos arrojando luz sobre todos los aspectos de
la administración pública.
Y lo
cierto es que el país, en temas de transparencia, ha avanzado en estos tres
años lo que no había avanzado en décadas.
Amigos y
amigas,
Un
mecanismo fundamental para la transparencia y la democratización que todos
ustedes han visto en funcionamiento en estos tres años han sido las concesiones
de obras públicas.
En este
periodo se han asignado en obras un valor de más de 90 mil millones de pesos,
que equivalen a más de un periodo de gobierno del presupuesto de Obras
Públicas. Y esto se hizo, por primera vez, mediante el sistema de sorteos
abiertos, libres y transparentes, alejados de los colores políticos.
Este
sistema de sorteos es, en sí mismo, un cambio estructural, ustedes lo saben
bien.
Hablamos
de miles de ingenieros y arquitectos que tienen, por primera vez, la
oportunidad de realizar obras para el Estado, sin que se les haya preguntado a
que partido político pertenecen.
Los
resultados de esta política mandan a la población un mensaje muy claro: Que las
medidas de transparencia pueden traducirse de forma sencilla y evidente, en una
redistribución equitativa y rápida de las oportunidades y de los recursos.
Eso es lo
que ocurre cuando hacemos las cosas de otra forma y es necesario que se sepa y
se valore en su justa medida.
Estamos
rompiendo con situaciones que parecían inamovibles y que, sin embargo, han
cambiado para bien y para siempre.
De la
misma forma, el sistema de subastas públicas para la adjudicación de los
permisos agropecuarios ha abierto lo que era un coto cerrado, favoreciendo así
la libre competencia y al consumidor dominicano.
Esto fue
un cambio en el acceso a las oportunidades y en la gestión sin privilegios.
Tanto es así, que ahora recibimos críticas de aquellos que vieron perjudicados
sus intereses con esta apertura de las reglas del juego. Pero eso no nos ha
hecho, ni nos hará retroceder.
Sin
embargo, señoras y señores, a pesar de su importancia y visibilidad, no son
éstas las únicas medidas que hemos tomado, ni quizá las más importantes.
En
concreto, me gustaría hablarles hoy de cuatro áreas del Estado que constituyen
su corazón administrativo y financiero.Y que se han transformado de manera
radical en estos 3 años, para garantizar el correcto uso de los recursos
públicos.
Soy
consciente de que estos cambios no son siempre visibles a toda la ciudadanía,
pero su repercusión en el funcionamiento transparente y eficiente de la
administración es inmensa.
Me
refiero específicamente al área de Presupuesto Nacional, a la Dirección de
Compras y Contrataciones, a la Tesorería Nacional y a la Contraloría General de
la República.
Cada una
de estas cuatro áreas es responsable, de una u otra forma, del uso y gestión
responsable de los fondos públicos. Y en cada una de ellas hemos logrado
mejoras sustanciales, casi me atrevería a decir que históricas.
Para
empezar, si hablamos de presupuesto, podemos decir que gracias a la
planificación y ejecución con que es elaborado ahora, tenemos un presupuesto
más predecible y transparente que nunca.
Pero no
lo digo solo yo. En septiembre pasado, el Informe Mundial sobre el Índice de
Presupuesto Abierto informó que la República Dominicana es el tercer país del
mundo con mayor crecimiento en ese índice.
Pasamos
así de una puntuación de 29 en la evaluación del 2012 a 51 en la evaluación que
se hizo en el 2015.
Y a esta
mejora en la planificación, se suma
también al esfuerzo realizado para hacer el presupuesto más accesible a la
población y al escrutinio público.
Muestra
de ello es la iniciativa “Presupuesto Ciudadano”, una guía que pone al alcance
de la gente, en la página web de la Digepres, todos los detalles del
presupuesto anual, explicados con un
lenguaje sencillo y comprensible.
Pueden
estar seguros; nunca antes un gobierno había puesto tanto esfuerzo en dar a
conocer cómo y en qué emplea los recursos del Estado.
En
segundo lugar, si hablamos de cerrar espacios a la discrecionalidad, por
supuesto, no puedo dejar de mencionar a la Tesorería y su iniciativa más importante:
La cuenta única del tesoro.
Lo que
fue un compromiso que firmé en la campaña electoral pasada.
En estos
tres años, 254 instituciones se han incorporado ya a este mecanismo.Pero veamos
con detalle: ¿Qué significa esto?
Significa
que antes teníamos 254 instituciones que, por diferentes conceptos, cobraban
tasas, impuestos, multas, etc. Y estos fondos los administraban en cuentas
propias.
Concretamente, teníamos más de 75 mil 700 millones dispersos
por 3,443 cuentas.
Obviamente,
esta no era la forma más eficiente ni más transparente de gestionar estos
fondos, pues quedaba sujeta a la discrecionalidad de cada funcionario. Pero esa situación ha cambiado para siempre.
Ahora,
con la cuenta única del tesoro, el dinero que reciben estas 254 instituciones
está centralizado y pasa por todos los controles estatales, siguiendo los
mecanismos que establece la ley. Es decir, como debe ser.
Asimismo,
la Tesorería ha avanzado notablemente en la incorporación de instituciones al
Sistema de Información de la Gestión Financiera: SIGEF. Esta es otra
herramienta diseñada para la modernización y transparencia en la gestión de las
cuentas públicas.
Desde
2012 se han sumado 107 instituciones a este mecanismo, lo que significa un
incremento de más del 80%.
Señoras y
señores,
Otro gran
ejemplo de la transformación irrefrenable que está viviendo el Estado
dominicano es la Dirección de Compras y Contrataciones.
Muchos de
los presentes asistimos el mes pasado a la Conferencia de la Red Interamericana
de Compras Gubernamentales.
El acto
tuvo lugar aquí en Santo Domingo, puesto que este año Dra. Yokasta Guzmán fue
elegida como Presidenta de la red, en reconocimiento al trabajo que viene
haciendo.
Para que
se hagan una idea, la nómina de proveedores del Estado cuando este gobierno
tomó las riendas era de un poco más de 19 mil suplidores. Hasta agosto de 2015,
era de 57,525; es decir, solo en esta gestión, esa lista aumentó en 38 mil 525
nuevos proveedores.
En buena
medida, esto lo estamos logrando gracias al Portal transaccional de Compras y
Contrataciones, que ya se ha implantado en 30 instituciones que manejan cerca
del 50% del presupuesto nacional. Y el
año que viene serán 130 instituciones que se incorporarán.
Gracias
al portal, el proveedor puede seguir todos los procesos que le interesen, hacer
ofertas, e incluso impugnar el proceso si sospecha de cualquier irregularidad.
Y se les está formando con talleres que les explican cómo usar y aprovechar
este nuevo sistema.
Y, por
supuesto, hemos prestado especial atención para que estas contrataciones sean
bien distribuidas. Por ejemplo, la participación de las mujeres se ha
multiplicado por más de 6 y hoy día representa un 25% del total de proveedores.
Pasando de 2 mil proveedoras en agosto del 2012 a más de 13 mil en agosto del
2015.
En
resumen: Se acabaron para siempre los tiempos en que los concursos públicos
estaban cerrados para unos pocos.
En cuarto
lugar, pero no menos importante, quisiera referirme a la labor que viene
realizando la Contraloría, empeñada igualmente en mejorar sustancialmente la
eficiencia del Estado.
Una de
las principales tareas en la que nos ha apoyado esta institución ha sido la
eliminación de duplicidades en las nóminas del Estado. Para que se hagan una
idea de la importancia de esta acción, vale decir que a la fecha se han
eliminado 12,892 duplicidades.
Junto a
esta acción, se ha puesto en marcha también un nuevo sistema de registro de
contratos en línea, que tiene una doble función: Por una parte, ha reducido
sustancialmente el plazo para realizar un trámite de contratación. Lo que antes
tardaba entre 7 y 15 días, ahora toma un máximo de 48 horas.
Pero
además, el sistema está pensado para evitar irregularidades, porque solo emite
los contratos si superan los controles establecidos.
Asimismo,
la contraloría ha establecido un sistema de consulta en línea, que permite a
todos los contratistas y proveedores del Estado conocer, 24 / 7 el estatus de
sus pagos o certificaciones de contratos.
Como ven,
estamos buscando todos los medios a nuestro alcance para llevar certeza y
confianza a los suplidores y a la población en general.
Estamos,
en definitiva, construyendo institucionalidad.
Amigos y
amigas,
Somos
conscientes de que ahora necesitamos reforzar la vigilancia en otro campo, que
no es el de las compras propiamente dichas, sino el de los pagos.
Las malas
prácticas toman nueva formas, cuando las cercamos por un lado buscan como
aparecer por otro y, así, su combate se convierte en una carrera de obstáculos
permanente.
Quisiera
aprovechar esta intervención, si me lo permiten, para dejar claro que estamos
actuando con todos los mecanismos a nuestro alcance para atajar todo tipo de
irregularidades y cerrar las puertas a que puedan ocurrir en el futuro.
En este
contexto, la decisión de instituir comisiones de veeduría ciudadana es un paso
fundamental para avanzar hacia una administración abierta al escrutinio
público.
Es bueno
que recordemos que ya hemos tenido varios casos en los que han sido los
veedores los primeros en detectar fallas en los procesos. Y el gobierno ha
escuchado sus recomendaciones.
Fueron
ciudadanos voluntarios los primeros en tener acceso a la información y señalar
la posibilidad de que hubiera irregularidades.Y esto fue posible por iniciativa
del propio gobierno, que fue quien constituyó las veedurías.
Eso
demuestra que el escrutinio ciudadano está funcionando y estamos actuando sobre
las alertas que nos hacen llegar.
El modelo
de veedurías ciudadanas ya funciona con éxito en 25 instituciones, entre las
que se cuentan el Ministerio de Obras Públicas, el de Educación, el de Salud
Pública, la Policía Nacional, el Plan Social de la Presidencia, Aduanas o el
Ministerio de la Presidencia.
Pero
además de esta vigilancia contamos ya con otra herramienta fundamental para
agilizar y transparentar los procesos de pago.Me refiero al portal
transaccional, desde él, como les decía, la contraloría ya está emprendiendo
acciones para acotar cualquier tipo de mala práctica.
En
resumen, estamos actuando con total responsabilidad y poniendo todos los medios
a nuestro alcance para cambiar las cosas.
Señoras y
señores,
Aún puedo
darles más ejemplos.
Como
muchos sabrán, el ministerio de Energía y Minas está preparándose para la
inclusión de nuestro país a la Iniciativa para la Transparencia de las
Industrias Extractivas.Éste es uno de los compromisos que adquirimos como
gobierno al llegar a la presidencia, y estamos camino a cumplirlo.
La
adopción de este estándar global facilitará una gestión aún más responsable de
nuestros recursos naturales y nos permitirá garantizar a la población el
desarrollo de una minería responsable, moderna y respetuosa con nuestro medio
ambiente.
Por su
parte, la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, ha establecido
ya 335 comités de ética que operan a nivel nacional y a los que se da
seguimiento y formación permanente.
Contamos,
además, con 212 oficinas de acceso a la información y otros tantos portales de
transparencia institucional, a través de los cuales los ciudadanos pueden
acceder a todos los datos que precisen sobre cada institución.
Cabe
resaltar también que 675 funcionarios de alto nivel del gobierno ya han firmado
el código de ética, este servidor fue el primero de ellos.
De la
misma forma, como quizá recuerden, al llegar al gobierno reforzamos la
presentación de declaraciones juradas de bienes con la presentación de informes
financieros anuales, que permitieran un mejor seguimiento de los ingresos de
los funcionarios. Y me complace informarles que este año hemos recibido ya
1,561 reportes.
Además,
pronto estará listo un nuevo reglamento aún más específico para la correcta presentación de las declaraciones
juradas de bienes por parte de los funcionarios.
De la
misma forma, la Mesa Presidencial Contra el Contrabando, Falsificación e
Informalidad de Bienes, que Preside el Ministro Montalvo, trabaja día a día
para unir a las instituciones públicas con el sector privado en la lucha por
eliminar la competencia desleal y las prácticas fraudulentas.
Actuando
juntos y con decisión, estamos cerrando los espacios a estas sofisticadas
formas de delincuencia en sectores como los del tabaco, las bebidas
alcohólicas, el hormigón y los fármacos, entre otros.
Y las
iniciativas siguen…Muy pronto la ley de concesiones, actualmente en el
Congreso, contribuirá también a transparentar y regular este tipo de contratos
entre gobierno y empresas privadas.
Como ven,
tenemos muchas acciones encaminadas a reforzar la transparencia y buen gobierno
en marcha. Y muchas más que están por venir.
Quiero
por tanto pedirles, a los miembros de FINJUS, que sigan participando como hasta
ahora de manera constructiva junto a las instituciones. Que participen en las
comisiones de veeduría, participen en el Observatorio Ciudadano, en el Pacto
Eléctrico y en todas esas otras iniciativas que habrá en el futuro.
Señoras y
señores,
Hace un
par de semanas, hablé en la conferencia que la COPPPAL celebró este año en
Santo Domingo.
En esa
ocasión, mencioné a los asistentes que
nuestras sociedades, las sociedades latinoamericanas, habían cambiado mucho y
muy rápido.
Un cambio
que supone una silenciosa pero imparable revolución de las expectativas.
En los
últimos años, decenas de millones de latinoamericanos han salido de la pobreza,
han recibido más años de educación y se han conectado al mundo, y entre sí, a
través de internet.
Es
indudable que una ciudadanía cada vez más autosuficiente y participativa es
también más crítica y más exigente.
Como todo
cambio profundo, este también trae sus nuevas oportunidades, y sus propios
riesgos.
Hay mucho
que podemos hacer, si trabajamos juntos, para aprovechar al máximo este impulso
crítico; y evitar tanto los abusos del poder, como las tentaciones de la
anti-política y el populismo.
Desde el
gobierno, nos decidimos a entrar en esta nueva era de la tecnología y, así,
fuimos el primer país del Caribe en suscribir la iniciativa de Gobierno
Abierto, que busca fomentar una cultura de transparencia y participación
ciudadana en el siglo XXI.
Publicamos
en febrero de 2014 la Norma Datos Abiertos del gobierno dominicano y tenemos en
línea ya el portal DATOS.GOB.DO, con 31
instituciones incorporadas a la fecha, con más de 200 bases de datos que pueden
ser descargadas por los ciudadanos.
Nuestras
acciones en pos de la transparencia se evidencian en la publicación del Estudio
Latino-barómetro, publicado en febrero de este año.Que coloca a República
Dominicana entre los 3 primeros países de Latinoamérica con mejor percepción de
transparencia, junto a Uruguay y Ecuador.
Como les
decía, hay mucho aún que Gobierno y ciudadanos podemos hacer para que nazca una
nueva cultura de la responsabilidad.
Sabemos
que los grandes cambios culturales sólo son posibles cuando los impulsan los
pueblos. Necesitamos, por tanto, del entusiasmo y la voluntad de todos.
Vamos a
seguir sumando nuestros esfuerzos con la sociedad dominicana en pro de una
mayor participación ciudadana que nos haga a todos mejorar día a día.
Vamos a
comenzar los cambios desde los hogares, desde las escuelas, desde las empresas
y, por supuesto, desde cada una de las instituciones públicas.
No tengo
ninguna duda de que, si contamos con el compromiso de todos, lograremos
instalar el imperio de la ley, la eficiencia y la transparencia en todas sus
formas y tendremos aún más energía y recursos para dedicarlos a nuestro mayor objetivo: Llevar
desarrollo y progreso a todos los hogares de nuestro país.
Amigos y
amigas,
No quiero
despedirme de ustedes sin una última reflexión.Sé que muchos de los aquí
presentes lamentan la pervivencia del clientelismo en nuestro país, y entiendo
plenamente su preocupación.
Sin
embargo no será solo la crítica moral la que nos lleve a superarlo. Es
necesario combatir la raíz del problema. Es decir: Las condiciones de
vulnerabilidad de las personas.
Y ese ha
sido nuestro objetivo desde el primer día: Transformar la vulnerabilidad en
fortaleza y bienestar para las familias, en todos los lugares del país.
Garantizar,
diariamente, condiciones de vida dignas para las personas, que les permitan
ser, como les decía al principio, verdaderamente libres.
Y lo
hacemos tanto en lo más grande como en lo más pequeños, porque tenemos ese
principio siempre en nuestro corazón.
Por eso,
cuando pensamos en construir o remodelar un hospital, pensamos primero en
los pacientes, y nos aseguramos de que las habitaciones tengan solo dos camas y
las instalaciones sean dignas.
Cuando
pensamos en las madres y sus hijos, decidimos protegerlos desde el primer día,
con la creación de estancias infantiles gratuitas y de primera calidad.
De la
misma forma, pensamos en nuestros jóvenes y sabemos que lo que necesitan son
oportunidades para estudiar y luego trabajar.Por eso estamos ampliando la
formación técnica en todo el país y dinamizando sectores que generan miles de
empleos, como el turismo y las zonas francas.
Pensamos
también en la gente del campo, por supuesto, y ustedes saben bien que les
estamos llevando proyectos productivos transformadores, para que no pasen
dificultades ni vivan más a expensas de los favores de nadie.
Esa es la
misma razón que nos llevó a sacar a más de 800,000 personas de las
tinieblas del analfabetismo.
Y la que
nos impulsó a poner en marcha el proyecto más ambicioso para la
construcción de viviendas populares de los últimos 50 años.
Es el
mismo objetivo que nos lleva a sustituir caminos polvorientos por carreteras asfaltadas
y a modernizar el transporte público, con obras como el nuevo tramo del
metro y el Teleférico de Santo Domingo que se construye y estará listo en esta
gestión de Gobierno, para servir de transporte a las personas que viven a las
orillas de los ríos.
Hacemos
todo esto, amigos y amigas, porque queremos ciudadanos y ciudadanas que puedan
salir a la calle con la cabeza bien alta, con la sonrisa en el rostro y
con confianza en sus corazones.
Padres y
madres felices, que tienen garantizada la alimentación y educación de sus
hijos.Que cuentan con un seguro de salud, que viajan a su trabajo
cómodamente.
En
definitiva, ciudadanos educados, sanos, informados, capaces de tomar las
riendas de su destino y el de nuestro país en sus manos, y de construir la
nueva República Dominicana que queremos.
Esa es
para mí la verdadera justicia, la justicia social que no permite que haya
ciudadanos de primera y segunda clase.
Esa es la
verdadera política, la que transforma la vida de la gente, la que se refleja en
la dignidad y libertad de todo un pueblo.
Ese es el
sueño que compartimos y que nos sigue llenando de esperanza día a día,
porque sabemos que es posible y que se está haciendo realidad.No les quepa
duda, vamos a seguir construyendo este sueño, vamos
a seguir transformando nuestro país.
Sobre todo, vamos a seguir dibujando sonrisas en el rostro de las
dominicanas y los dominicanos.
Los invito a acompañarnos en este camino.
Muchas
gracias!