ISRAEL SALVARA LA VIDA DE 18 NIÑOS CHINOS

Chian junto a su cuidadora en el hospital Wolfson

Chian Bao Xin es un hermosos bebé chino de un año y medio que en vez de estar disfrutando del período de exploración propio de su edad está en cama y conectado a sondas y oxígeno, producto de una patología cardíaca de alta complejidad, que de no ser tratada en forma quirúrgica le podría producir la muerte en la temprana infancia.

Afortunadamente, Chian está internado en un hospital israelí de amplia experiencia en intervenciones cardíacas, con lo cual sus expectativa de sobrevida son bastante grandes.

En efecto, el programa Save a Child's Heart, del Wolfson Medical Center de Tel Aviv, ha intervenido desde 1996 a unos 2.000 niños de 30 países, quienes padecían diversas patologías al corazón y que en sus respectivos países no tenían opción de ser operados.

Este programa nació a instancias del médico israelí Ami Cohen, quien se percató de la falta de cardiólogos pediátricos en diversos países del mundo, especialmente en Africa. La ausencia de estos profesionales y la falta de recursos estaban produciendo muchas muertes evitables y por eso el doctor Cohen no descansó hasta dar forma a una fundación que atacara el problema.

El Hospital Wolfson acogió el desafío de ayudar a los niños de estos países y de esta forma se trazaron algunas vías de acción fundamentales, como misiones exploratorias (para realizar exámenes cardiológicos) y misiones quirúrgicas, ambas en los países con mayores carencias. Asimismo, se abrió un programa para recibir en el hospital a niños de otros países que requerían ser intervenidos en forma urgente.

Muy al estilo americano, la fundación estableció un exitoso modelo de fundraising, a través de donaciones y un plan de difusión del sentido humanitario y pluralista de su obra.

"Por ejemplo, el 40% de los pacientes tratados pertenecen a países árabes", explica una de las coordinadoras del proyecto.

Con motivo de los 18 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y China, que datan de enero de 1992, el programa "Save a Child´s Heart" ofreció conmemorar esta ocasión tan especial (18 significa vida en la tradición judía) operando a 18 niños chinos.

El pequeño Chian es uno de los beneficiados, y por estos días espera su turno en el hospital Wolfson. A su lado, Gretl, una cuidadora de origen chino, lo acompaña, lo alimenta, y lo mima. Si todo sale bien, es muy probable que lo adopte, ya que Chian proviene de un orfanatorio chino.