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Editoriales: Principales periódicos matutinos dominicanos.






La moral, más que nada


En estos días, los jueces del país están en la mira de una sociedad que ya comienza a resentirse de las amplias “garantías” que dispensa a los delincuentes el actual Código Procesal Penal.

El propio presidente de la Suprema Corte de Justicia les ha hecho un oportuno llamado para que sean cuidadosos en sus juicios y que sus dictámenes sean concordantes con lo que establecen la Constitución y las leyes.

Es el mensaje correcto. Pero resulta que en presencia de un código demasiado laxo un juez que está procesando a un inculpado sobre cuya conducta frente a la ley o de su patrimonio recaen fuertes y justificadas sospechas, las alternativas penales o coercitivas son pocas: o una prisión preventiva, o lo despacha a la casa con una garantía económica o con una medida cautelar.

Si bien hay que ajustar las sentencias a las leyes y a la Constitución, no es menos cierto que si todos los jueces son moralmente íntegros, lúcidos en el discernimiento, estas cualidades valen mil veces más que las propias normas que ellos están llamados a observar y aplicar, y son las auténticas garantías de una justicia equitativa y justa.

Un juez sin moral, sin frenos para la lenidad, para el chantaje o para la búsqueda de “coimas”, tiene en este Código puertas abiertas -totalmente legales- para sentenciar a su mejor parecer, lavándose las manos como Pilatos frente al pedido de juicio contra Jesuscristo.

Hay una variedad de casos, que rayan en lo escandaloso, que obligan a la opinión pública a no quitar los focos de su atención sobre el proceder de nuestros magistrados.






Editorial


Prevenir desde lo elemental

Estadísticas citadas por especialistas recientemente indican que República Dominicana está entre los países a los que llegan con retraso de años las campañas de vacunaciones que en otros países, a veces similares al nuestro, se aplican de rutina. La mortalidad en recién nacidos es alta, algo dicho más de una vez por organismos internacionales, y de lo que más padecemos es en el manejo de lo materno infantil es de infecciones con potencial de mortalidad que se derivan de omisiones desde el nivel superior del Estado, que debe proveer recursos para que las cosas marchen bien, hasta de negligencia o incompetencia en personal hospitalario que en muchos sitios es deficiente hasta por descuidarse en el uso de agua y jabón

Mediáticamente, y a partir de los discursos y la propaganda interesada en favor del gobierno, este es un país que va para adelante. Pero la realidad, esa que ocasiona muertes que pueden evitarse (y no ocurren incluso en algunos establecimientos públicos excepcionales) resulta cruel e irrefutable. Estamos en niveles bajos en materia de asistencia en salud. Se han hecho algunos esfuerzos por mejorar el sistema sanitario; pero nunca, nunca, esos esfuerzos han sido suficientes para llevar la mortalidad al grado mínimo que permite la ciencia. Lo más urgente: disponer de inmediato más recursos para el sector en el presupuesto del próximo año.

Cuando el dinero puede aparecer

El secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, ha dicho una verdad pocas veces aceptada. El próximo presupuesto, como los de cada año, resulta estructuralmente modificable en sus capítulos de gastos por simple disposición interna. Por tanto, los médicos y enfermeras del sector público han estado siempre ante la posibilidad de que con voluntad política se les fijen ingresos acordes con la importancia de su misión social y sus necesidades, aun cuando no les satisfagan ciento por ciento sus viejas aspiraciones, las que han causado una confrontación interminable con perjudiciales consecuencias para la sociedad.

El gobierno siempre ha preferido decir lo contrario: que no hay dinero en el Fisco o que habría que buscarlo creando impuestos. Pero la aparente buena voluntad de Bengoa da razón a quienes estiman que la verdadera causa de los tranques Salud Pública-Colegio Médico ha sido una despiadada inflexibilidad oficial.






Ed. - Donar en navidad


Nunca podremos pagar la ayuda que prestan los diferentes patronatos de enfermedades que sirven a todos los estratos sociales de la nación. La mejor forma de agradecerles su extraordinaria labor es apoyando su obra.

El Patronato de Ciegos está recabando ayuda para operar a numerosos ciegos que esperan de la generosidad para recuperar su visión y, casi puede decirse, su vida.
Quizás muchos no puedan pagar el costo de una operación, pero muchos pueden donar mil, dos mil, cinco mil pesos, que sumados ayudan a esos patronatos a cumplir sus objetivos.

Diciembre es mes de doble sueldo y otros ingresos extraordinarios. No nos olvidemos de los patronatos que cumplen una labor tan necesaria. Rehabilitación, Oncología, Cardiología, Enfermedades Renales, Ciegos, Sordos y mudos y decenas más que esperan que no los olvidemos en Navidad.

Quien desee, puede traer su ayuda a Diario Libre que, con gusto y gratitud, se lo haremos llegar al patronato correspondiente








EDITORIAL

La política es realidad


La carta del derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hará que la situación en ese país centroamericano adquiera un giro diferente y probablemente definitorio de cara a las elecciones del 29 de noviembre próximo.

Hay una vieja frase que establece que la política se nutre de realidades, y sigue siendo así. En la misiva al mandatario norteamericano Zelaya le comunica que descarta todo tipo de acuerdo para retornar al poder. Es decir, para ser restituido mediante las negociaciones que ha estado encabezada por una misión de los Estados Unidos.

Tal como están planteadas las cosas es muy poco lo que Zelaya pudiera hacer en el poder de aquí al 27 de enero del año que viene. Su papel sería validar las próximas elecciones presidenciales, convocadas para el 29 de noviembre. Hemos definido su papel, en esas circunstancias, como una especie de “musú de la democracia”.

Su retorno al poder con todos los actores del golpe de Estado del 28 de junio intactos sería vergonzoso y ridículo. Esos mismos actores han estado dándole vueltas a los acuerdos entre los comisionados de Zelaya y el presidente de facto, Roberto Micheletti, probablemente con la complicidad de sectores del poder norteamericano, para retrasar el proceso y acercarlo lo más posible a la celebración de las elecciones presidenciales.

La celebración de esas elecciones pondrá en camino la solución definitiva de la crisis en Honduras, porque la escogencia de un nuevo gobierno encontrará el reconocimiento de los organismos internacionales y de la mayoría de las naciones. Ello dejará un sabor amargo, pero será una realidad irreversible.
Esta negativa de Zelaya encontrará eco en los golpistas





Buena campaña

Mientras pueblos y naciones hacen frente a las ineludibles urgencias cotidianas del mundo moderno, paralelamente se impone realizar, sin tregua ni desmayo, esfuerzos firmes y coordinados para defender la libertad y los derechos ciudadanos.


Esta lucha no admite descuido alguno, porque los enemigos de la libertad, principalmente los que promueven iniciativas para silenciar o controlar el libre juego de las ideas, recurren a mil artimañas que no logran encubrir sus intenciones antidemocráticas.


De ahí la importancia de la campaña emprendida por la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Participación Ciudadana, el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y el Comité de Derechos Humanos para que se descarte, definitivamente, la pretensión de modificar la Ley de Acceso a la Información Pública.


Un instrumento tan valioso para la transparencia y la lucha contra la corrupción no debe sufrir ninguna disminución

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